PARAMETRIA

¿Quién debe explotar el litio?

Inmediatamente después de que el presidente López Obrador sufriera un revés por su propuesta de Reforma Eléctrica se presentó la Reforma para la explotación del Litio. Si bien es cierto que su propuesta de Reforma Eléctrica recibió el apoyo de la mayoría del Congreso, no fue suficiente para obtener la mayoría calificada de dos terceras partes de los diputados.

Pocos días después, el 20 de abril el Congreso votó la propuesta de Ley Minera para nacionalizar el litio. La propuesta era para que el aprovechamiento del mineral fuese exclusivo del Estado. Con este propósito el gobierno creará una empresa para la exploración y explotación del litio. Las modificaciones a la Ley se votaron en breve y en sólo tres días aparecieron en el Diario Oficial de la Federación.

Sin embargo, al parecer hay temas que no se consideraron, como la exclusividad del Estado en la cadena de valor del litio y la posibilidad de que pudiera ser violatorio del tratado de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México. Es probable que el Estado mexicano en algún momento tendrá que hacer acuerdos con empresas privadas para poder explotar el litio. Las capacidades técnicas y prácticas son insuficientes.

Sin embargo, los ciudadanos opinan, como siempre de manera independiente y más allá de la coyuntura. A juzgar por los números parecen darle la razón al Presidente. A falta de información de un tema tan especializado y nuevo, como es el caso del litio, el ciudadano opina con un referente y de manera similar al tema que le parece más parecido. El más similar es el tema del petróleo o hidrocarburos en general. Todo recurso natural que se considere bien de la nación para un ciudadano debe de ser explotado y administrado por el Estado. Por ello el litio parece caer en esta categoría.

Al revisar los números del tema con dos mediciones de Parametría (octubre 21 y abril 22), vemos que el conocimiento del tema no es amplio. Menos de la mitad de la población sabe de la importancia del material (42 y 44 por ciento). Y la iniciativa del Presidente, o la votación por parte del Congreso no tienen un conocimiento muy alto (47 y 40 por ciento, respectivamente). Muchos debates que al círculo rojo le parecen de gran relevancia no son vistos de la misma manera por el público, este puede ser un buen ejemplo.

Es interesante que si bien la opinión cree que el gobierno o el Estado deben explotar el litio (48 por ciento), un porcentaje muy similar cree que ambas instancias deberían hacerlo (44 por ciento). Los porcentajes no varían para efectos prácticos en los últimos seis meses.

Esta opinión parece contradictoria con la clara mayoría de la población que está de acuerdo con que “el litio se considere propiedad de la nación y que sea el Estado quien se encargue de su explotación, extracción, comercialización, distribución y almacenamiento (72 y 75 por ciento). Sólo una minoría no está de acuerdo con esta propuesta (18 y 14 por ciento).

Finalmente, entre esta opción y la de concesionar a empresas privadas estas mismas funciones, la diferencia es clara y a favor de que el Estado haga todas las funciones ya descritas, igual que lo hace Pemex con los hidrocarburos. Es interesante como cambia la opinión cuando se incluye al privado en la ecuación y casi una tercera parte prefiere las concesiones (28 por ciento).

En resumen, aunque la población no tiene mucho conocimiento de la importancia del litio, ni sabe de la propuesta del Presidente, ni de la votación del Congreso, la preferencia es por el control del Estado. Es una respuesta intuitiva, pero más que entendible de un ciudadano que creció en una tradición nacionalista y patriótica sobre lo que se debe de hacer con los bienes de la “nación”.

Nota Metodológica: Población objetivo: Personas mayores de 18 años con credencial para votar vigente. Representatividad: Nacional. N° de encuestas: 800 entrevistas cara a cara en vivienda realizadas del 30 de abril al 3 de mayo del 2022. Método de muestreo: aleatorio sistemático con probabilidad de selección proporcional al tamaño. Marco muestral: secciones electorales reportadas por el INE. Nivel de confianza estadística: 95%. Margen de error (+/-) 3.5 %. Diseño de cuestionario, muestra, operativo de campo y análisis: Parametria S.A. de C.V.

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