PARAMETRIA

La historia sin fin

En 1984, hace casi 40 años, un director alemán, Wolfgang Petersen, realizó una película en la que adaptó el libro de Micheal Ende de 1979: “La historia interminable”. Allí el autor narra cómo un niño encuentra un libro que habla de una tierra donde la oscuridad lo está destruyendo todo. La nada avanza de manera inevitable en espera de la aparición de un héroe. Un mensaje que parece bastante actual en nuestro país. Hoy día saber un poco más de lo que pasó el 26 de septiembre de 2014 parece llevarnos a una historia trágica cada vez menos clara.

Han pasado ocho años, y aún no se ha podido dar con una reconstrucción de hechos sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que sea aceptable para todas las partes interesadas. Organismos estatales, independientes, internacionales, difieren sobre los hechos de aquella noche.

En 2018 se creó la Comisión de la Verdad. Esta nueva instancia se comprometió a averiguar lo ocurrido. En un informe publicado en 2020 cuestionó la “verdad histórica” que se hiciera pública en 2015. El entonces Procurador de la República, Jesús Murillo Karam, intentó cerrar el caso con ese reporte. Hoy se enfrenta a juicio por cargos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia.

El mes pasado el subsecretario Alejandro Encinas presentó un nuevo informe de la Presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa. El documento de Encinas mencionó a instituciones que antes no se habían considerado responsables de lo que pasó esa noche, como el ejército. Por ello, y otros nuevos datos, se generó gran controversia.

Por la relevancia del evento, Parametría empezó a realizar mediciones para observar la reacción de la ciudadanía sobre el tema. Se consideró un tema coyuntural, no se diseñó como una serie que intentara medir cambios de opinión. Lamentablemente el caso se ha hecho tan complicado, ha tomado tanto tiempo y ha sido tan difícil realizar la reconstrucción de los hechos, que se ha convertido en una serie que observa las diferencias de estado de ánimo de la población.

Desde la primera medición que realizó Parametría, cuando se hizo público el caso en 2014, y en nuestra última medición de 2022, prácticamente el mismo porcentaje de ciudadanos sabían de la tragedia. Nueve de cada diez mexicanos respondieron que tienen conocimiento de lo sucedido esa noche. Los niveles más altos de conocimiento se dieron durante 2015, a un año del evento. Es inusual que este caso haya tenido tan altos niveles de conocimiento desde el principio. Es probable que tenga que ver con la cobertura mediática o con lo dramático del suceso.

Este alto nivel de conocimiento contrasta con lo que se sabe de las instancias de resolución creadas. En la última medición, solo seis de cada 10 saben sobre la creación de la Comisión de la Verdad. El interés puede ser alto, pero mucho menor el de los detalles o sus instancias para resolverlo.

El 24 de agosto de 2022 Jesús Murillo Karam quedó vinculado a proceso y con medida cautelar de prisión preventiva. El 54% de los encuestados dijo saber sobre su detención. Para el 55% el ex funcionario del gobierno es culpable y solo 9% presume su inocencia. Este dato es consistente con la percepción de la mayor parte de los ciudadanos que creen que el crimen organizado (74%), la policía del estado de Guerrero (69%), el gobierno de Enrique Peña (64%), y el Ejército (49%) están implicados en el desvanecimiento de los 43 normalistas. La única institución no inculpada es la Marina.

El cambio más notable de opinión se registra en las expectativas sobre la Comisión de la Verdad. Mientras al inició de su creación se pensaba que resolvería el enigma de lo sucedido con los estudiantes, en muy poco tiempo se perdió la esperanza. A un año de establecida, 54% de los encuestados consideraba que la Comisión lograría resolver el caso. Conforme pasan los años la tendencia cambia y para agosto del 2022, el 51% de los encuestados opina que la Comisión no ayudará a resolver lo ocurrido.

Este caso se inscribe entre los hechos más graves de violación de Derechos Humanos ocurrido en México en la historia reciente. La ciudadanía parece estar perdiendo la esperanza sobre si algún día sabremos lo que ocurrió esa noche en Iguala. A juzgar por los informes y las filtraciones recientes el cierre de este caso se ve cada vez más lejos. Una historia interminable donde la oscuridad abarca cada vez más espacio y sigue avanzando, sin encontrar quien la contenga.

Francisco Abundis

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